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Capítulo 7. Las horas pasaban lentamente no dejaba de mirar mi reloj y la puerta esperando que alguno de nuestros amigos entraran por allí pero luego de 3 horas perdí las esperanzas… solo esperaba que en el escuadrón de búsqueda los encuentre lo más pronto posible. Sentada derecha mirando por la ventana con Frank durmiendo sobre mis piernas y Jared enfrente de mí mirándome un poco triste seguramente estaba pensando lo mismo que yo… en nuestros amigos… Gerard se durmió junto a Jared, todo estaba tan tranquilo y en paz hasta que oímos un fuerte estruendo, el tren había llegado a su rumbo un nuevo campo de concentración en donde estaríamos hasta que nos construyan otro nuevo o tal vez nos quedaríamos definitivamente allí, nunca se sabe. Me había lastimado el tobillo así que Jared volvió a cargarme y salimos tranquilos de allí, afuera hacia un frio infernal que me hacía tiritar, caía nieve y todos los de mi pelotón estaban con mangas cortas temblando de frio muchos de los jóvenes que ya vivian allí se quitaron las chaquetas para ayudar a las demás chicas que apenas y caminaban llevándolas a las nuevas cabañas que esta vez estaban sobre tierra lo cual me dio más mala espina. Un joven se acercó a mí y me puso una manta encima y de paso cubrí un poco a Jared, ambos le agradecimos con una leve sonrisa, el joven nos llevó hasta la enfermería mientras que mis hermanos iban a la nueva cabaña para acomodarse y calmarse, había tenido solo un esguince por lo tanto no estaría tanto tiempo tan invalida. Cuando la enfermera termino conmigo Jared ya se había dormido devuelta en la silla de los visitantes. Hope: Jared…,-susurre no tan bajo esperando se despierte lo cual funciono. Jared: uhmm? Que sucede,- dijo adormilado. Hope: deberías ir a descansar… yo estaré bien… Jared: está bien…,-se levantó dificultosamente y se puso la chaqueta del uniforme que le habían dado preparándose para salir al frio. Hope: dile a los chicos que estoy bien… Jared solo asintió y salió de allí en silencio, habían unos cuantos enfermos más que lograron rescatar los del escuadrón de rescate, muchos con quemaduras por las bombas o golpes por el edificio que se había desmoronado. La enfermera vino a las 9 de la noche luego de la cena y me aplico un líquido en las vías que tenía colocadas y segundos después me quede profundamente dormida.